Lo que todos esperaban: terminar el año. Y con buenos resultados producto del esfuerzo (en casi todos los casos, siempre hay excepciones, no?) y del trabajo, que de eso se trata el taller, de TRABAJAR, de pensar y repensar el diseño, cuestionarlo, y, al fin; valorizarlo y ponerlo en evidencia. El diseñador tiene que poner todo de sí, no sólo su conocimiento sino también sus emociones, sus vivencias, su mirada particular. Como siempre dice Leo, uno es diseñador desde que se levanta hasta que se acuesta, y más que una profesión, es un modo de vida. Y si es lo que les gusta, a disfrutarlo; y a trabajar por ello.
Les dejo una foto de mi grupo, si hay de los otros, manden así las subo.
viernes, 21 de noviembre de 2008
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